Jesús Hernández – agosto 05, 2021
En los últimos dos años, el Estado de México acumuló un millón 306 mil 200 nuevos pobres, lo que significó un crecimiento de 18.6 por ciento en el número de personas que se encuentran en esta condición, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Datos de la Medición Multidimensional de la Pobreza muestran que la pobreza en esta entidad federativa pasó de 41.8 a 48.9 por ciento entre 2018 y 2020; es decir, que los mexiquenses pobres pasaron de siete millones 036 mil 300 a ocho millones 342 mil 500 personas en esta condición.
Esta variación entre el número de personas en condición de pobreza en los últimos dos años, fue la sexta más alta que se registró entre las 32 entidades del país, solo por detrás del incremento en el número de ciudadanos pobres que tuvieron Quintana Roo, Baja California Sur, Nuevo León, Querétaro y Tlaxcala.
En lo que respecta a la pobreza moderada, la entidad mexiquense sumó a 687 mil 900 personas en esta condición, con un incremento porcentual de 11 por ciento en los últimos dos años, al pasar de seis millones 252 mil 700 a seis millones 940 mil 600 habitantes en esa situación.
Antecedieron al Estado de México, Baja California Sur, Quintana Roo, Nuevo León, Querétaro y Jalisco, respecto a las entidades que más personas en condición de pobreza moderada sumaron en dos años.
La condición más dura, la de pobreza extrema, también mostró un crecimiento negativo, pues casi se duplicó el número de personas con carencias; al pasar de 783 mil 600 a un millón 401 mil 900 mexiquenses; es decir, 618 mil 300 más que en 2018, lo que colocó al Estado de México en la novena entidad que más sumó personas en esta situación en todo el país.
A nivel nacional, el porcentaje de la población en situación de pobreza aumentó dos puntos, al pasar de 41.9 a 43.9 por ciento, lo que representa que México ahora tiene 55.7 millones de personas en esta condición, debido a que no tiene acceso a los servicios de salud, cuenta con un rezago educativo, carece de una alimentación nutritiva y de calidad, además de que no puede acceder a los servicios básicos en su vivienda.
Se determina que una persona enfrenta una situación de pobreza cuando tiene un ingreso inferior al valor de la canasta alimentaria y la no alimentaria (línea de pobreza por ingresos) y enfrenta una carencia social (salud, educación, servicios públicos, alimentación, entre otras).