Jesús Hernández – diciembre 15, 2021
En los últimos cinco años, la aparición de la leucemia mieloide aguda y de la leucemia linfocítica crónica ha aumentado en casi 30 por ciento en la población adulta mayor de edad de México, por causas multifactoriales, lo que comienza a generar preocupación entre el sector médico, debido a que son cánceres que se están detectando en una edad avanzada.
La leucemia linfocítica crónica ocasiona la aparición de un número importante de linfocitos (glóbulos blancos) inmaduros en la sangre y en la médula ósea, principalmente, y está generando una cuarta parte de los casos de leucemia en el país, aunque entre 70 y 80 por ciento de estos, se desarrollan de manera asintomática, lo que complica su diagnóstico temprano.
En el caso de la leucemia mieloide aguda se considera uno de los cánceres de sangre más agresivos, toda vez que tiene una tasa de supervivencia baja, debido a su aparición en pacientes de más de 60 años principalmente y quienes no siempre pueden ser candidatos a una quimioterapia intensiva como la que se requiere para su curación.
Se estima que solo el 27 por ciento de los pacientes de este tipo de cáncer sobrevive después de cinco años de que se le diagnosticó y aquellos que no pueden tolerar el tratamiento intensivo completo, apenas tienen un periodo de vida de entre seis y diez meses a partir de su detección.
El hematólogo, Lauro Fabián Amador, advirtió que conforme la población mexicana envejece, se está registrando un incremento significativo en la prevalencia de estas enfermedades, especialmente, en los adultos de más de 60 años; sin embargo, estos tipos de cánceres se pueden presentar a cualquier edad y aún no se ha logrado identificar que haya una predisposición en algún sexo sobre el otro.
Indicó que este fenómeno se debe a que, con la edad, el ser humano pierde mecanismos de regulación de oncogénesis, además de que existen más mutaciones genéticas y una mayor inestabilidad cromosómica, lo que puede predisponer el desarrollo de cáncer.
Lauro Fabián Amador aseguró que una de las problemáticas principales de este tipo de cánceres es que, en su mayoría, se detectan en un desarrollo tardío, debido a que los síntomas que ocasiona son muy generales, como es el caso de fatiga o cansancio excesivo, anemia, fiebre o algunas hemorragias, mismos que pueden confundirse con otros padecimientos leves.
Explicó que, a diferencia de cánceres como el de mama, la leucemia no puede identificarse por la detección de algún tumor sólido que se puede palpar, toda vez que se manifiesta en estado líquido en la sangre, por lo que señaló que, en cuanto se detecte alguno de estos síntomas, es necesario que la persona acuda con su médico, quien determinará si es necesario llevar a cabo una biométrica hemática (estudio de sangre), con la que se puede determinar o descartar si el paciente padece alguno.
El hematólogo advirtió que ambos tipos de leucemia evolucionan rápidamente, aunque sí puede ser curable con los tratamientos existentes, por lo que es necesario una detección temprana para su pronta atención.