Hoy Estado de México – septiembre 21, 2021
Los cuerpos de Paola Daniela Campos Robles, de 22 años, y Jorge Dilan «N», de cinco, fueron rescatados esta noche, entre los escombros de la que fuera su vivienda en la colonia Lázaro Cárdenas Segunda Sección, en Tlalnepantla, y que se derrumbó tras el desgajamiento del Cerro del Chiquihuite, el pasado 10 de septiembre.
Binomios caninos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Guardia Nacional, entrenados para este tipo de labores, localizaron los cuerpos de la mujer y del menor debajo de una enorme roca, luego de que se ubicó el punto donde quedaron atrapadas las víctimas.
La tarde de este martes, rescatistas de los tres órdenes de gobierno intensificaron y enfocaron la búsqueda en dicha área, lo que finalmente permitió la ubicación y rescate de los cuerpos de Paola y Dilan.
Autoridades estatales confirmaron que los cuerpos de la madre y su hijo fueron extraídos del sitio donde ocurrió la emergencia y, de inmediato, fueron trasladados a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México para la necropsia de ley y el reconocimiento de sus familiares.

Desde el pasado viernes 10 de septiembre, se reportó la desaparición de Paola Daniela Campos Robles y sus dos hijos, Jorge Dilan «N» y Mía Mayrín «N», quienes se encontraban en una de las viviendas colapsadas por el desgajamiento de la ladera, luego de las intensas lluvias que se registraron en la Zona Oriente de Tlalnepantla y el sismo del 07 de septiembre.
El pasado 14 de septiembre, fue rescatado el cuerpo de Mía Mayrín «N», de tres años de edad, hermana e hija de las dos víctimas localizadas hoy.
Con el rescate de los dos cuerpos, las labores de búsqueda y rescate de personas atrapadas concluirían, toda vez que solo se reportó la desaparición de tres personas, tras el desgajamiento del Cerro del Chiquihuite, aunque se mantienen las labores para estabilizar la ladera y evitar nuevos desprendimientos rocosos que pudieran afectar más viviendas de esta colonia.
Desde la mañana de este martes, se dio a conocer que los servicios de emergencia que laboran en la «zona cero» tenían identificado el punto donde podrían hallarse los cuerpos, por lo que se realizaban labores para retirar los restos rocosos y liberar los cadáveres.