Arturo Callejo-agosto 24, 2021
Claudia Nayeli Juárez Vargas, es una de las 15 personas que se mantienen en huelga de hambre sobre la explanada de la Plaza de los Mártires, en Toluca, ella pide que su papá Miguel Ángel Juárez Peña, de 47 años de edad y su hermano Jorge Daniel Juárez Vargas, de 23, salgan de prisión bajo la Ley de Amnistía, pues afirma que el delito de homicidio por el que fueron sentenciados a 55 años, les fue fabricado.
Dentro del campamento instalado desde el viernes antepasado, la joven dijo que el calvario para su familia comenzó cuando su papá, su hermano y su abuelita, acudieron el 26 de abril de 2019 al Ministerio Público de Barrientos, en Tlalnepantla, para dar seguimiento a una carpeta de investigación por el robo del automóvil de su hermano, sin embargo, a éste ya no lo dejaron salir.
“Pero nunca mostraron una orden de aprehensión, ni el motivo, nada, nosotros al segundo día solicitamos un abogado y nos dijo que le iban a hacer una audiencia a mi hermano porque lo acusaban de cohecho, en esa audiencia el Juez dijo que su detención era totalmente ilegal y que ordenaba su libertad inmediata, cuando se suponía que mi hermano tenía que salir, una camioneta ya estaba afuera del penal y en el momento en que él salió junto con otro muchacho los subieron a esa camioneta, esas personas nunca se identificaron y traían armas largas, nos amedrentaron apuntándonos con las armas para que nos quitáramos y dejáramos de obstruirles el paso, a mi hermano no lo encontrábamos, no sabíamos a donde se lo habían llevado, no sabíamos nada de él, transcurrieron varias horas y presenté una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos por su desaparición porque fue afuera de este penal de Barrientos, con personas armadas que no sabíamos ni quienes eran, transcurrieron varias horas y la CODHEM encontró a mi hermano en un Ministerio Público de Nicolás Romero, ahí ahora acusaban a mi hermano de delitos contra la salud, cuando nos acercamos a pedir información, no dijeron que a mi hermano lo habían encontrado deambulando en una colonia de Atizapán, que lo habían encontrado sospechoso y que se lo habían llevado, que porque supuestamente traía sustancias, lo cual no había sido cierto porque a mi hermano se lo habían llevado del penal de Barrientos, una camioneta con persona armadas”, detalló la joven.
Una vez que la mamá de Jorge Daniel ingresó al Ministerio Público de Nicolás Romero y pudo ver a su hijo, éste estaba golpeado y espantado, “y le suplicaba a mi mamá que lo dejáramos ahí, que no hiciéramos nada porque ellos se habían enojado, los que se lo habían llevado, cuando supieron que habíamos puesto una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos, también dijo que lo habían estado paseando por varios lados”.
Posterior a este encuentro, a Daniel le cumplimentaron una orden de aprehensión por el probable delito de contra la salud a la par de que también quedó detenido el señor Miguel Ángel, pero por el probable delito de homicidio.
Y es que ya en Barrientos, a ambos los relacionaron con un homicidio ocurrido en Naucalpan, en el año 2018, cuando los entonces imputados vivían en una zona otomí de Huixquilucan.
“Primero a mi hermano lo señalan de cohecho, luego, delitos contra la salud y al final homicidio, “ya en el juicio van dos personas que primero decían que no sabían quienes los habían agredido, se hace una ampliación de declaración para meter pruebas y ellos dicen que no saben quién los agredió, que no los conocen, ni sus nombres, pero después se presentan los mismos y dan los nombres completos de mi papá y hermano y que los conocen porque éramos sus vecinos, esto dicen que ocurre en una colonia de Naucalpan, nosotros vivimos en un pueblo de Huixquilucan, en una comunidad Otomí, ahí vivimos, esto queda a una hora y media de donde vivimos y donde ocurrieron los hechos que dicen”, abundó Claudia Neyeli.
En el desarrollo del juicio, quienes acusaban a Miguel Ángel y a Jorge Daniel, tampoco lograron establecer quien era el hijo y quien el papá y mucho menos, quien había supuestamente disparado y quien no, agregó Claudia Nayeli.
“Y cuando el juez da una sentencia la da en la misma cantidad de años porque ni siquiera logra decir quien supuestamente disparó, las supuestas víctimas fueron dos hombres, uno falleció”, añadió la joven.
Con sus 55 años de prisión a cuestas, Miguel Ángel y Jorge Daniel ocupan el mismo módulo en la cárcel estatal de Barrientos, en Tlalnepantla, donde trabajan en distintos oficios como electricidad, plomería, albañilería y carpintería, por ejemplo, pues antes de que fueran supuestamente acusados de manera injusta, daban mantenimiento a casas de zonas residenciales.
“Mi papá se dedicaba a electricista, plomero, tabla roca y albañil y mi hermano le ayudaba a mi papá en zonas residenciales, arreglaban casas, antes de los hechos, él (Jorge Daniel), había comprado un vehículo en financiamiento y lo trabajaba en una plataforma”, concluyó Claudia.
Ambos expedientes, agregó Nayeli Juárez Vargas, ya cuentan con un pronunciamiento por parte de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México, en donde se les hace valer todo lo que hicieron con ellos, por lo que la familia pide sean acogidos con la Ley de Amnistía para que logren su libertad, pues afirma la joven, son inocentes.