Arturo Callejo – febrero 08, 2021
El sector restaurantero de Valle de Bravo permanece en incertidumbre al no saber qué tipo de medidas sanitarias o de horarios tomará el Gobierno del Estado de México después del próximo fin de semana, pues, previo a éste, hará un nuevo anuncio relacionado con el comportamiento de la pandemia, lo que no ha permitido que las agencias de viajes armen paquetes turísticos definidos que lleven turismo nacional y extranjero al Pueblo Mágico, donde es notoria la baja de visitantes y los fines de semana son similares a cualquier día de lunes a viernes.
De acuerdo con David Rodríguez Martínez, propietario del restaurante flotante “Los Pericos”, anterior a la pandemia, su pequeño yate se llevaba hasta 130 paseantes en un solo viaje de una hora y su plantilla laboral permanente era de 30 personas; sin embargo, ahora, en cada viaje de fin de semana, apenas se cuentan entre 30 y 40 viajeros y 15 son sus empleados por algunos días y los restantes 15 en otros para que nadie se quede sin sustento para sus familias.
“Esperemos que ya sea definitivo, cuando menos los fines de semana trabajar en Valle de Bravo, porque el turismo que tenemos es de fin de semana. El turismo que viene de la Ciudad de México y de algunas partes de la República mexicana y los únicos días que ellos se pueden desplazar son los fines de semana. Ahorita solo tenemos el fin de semana que viene autorizado para trabajar con horarios específicos, no sabemos si los siguientes vayan a seguir autorizando o se vaya a suspender y de vuelta volvemos a caer en la economía, porque las agencias de viajes requieren de tiempos para vender sus paquetes para que esa gente ya la tengan contactada para que vengan a Valle de Bravo, entonces, si ya nos dejan trabajar todos los fines de semana, claro que va a volver a reactivarse el turismo, no al cien por ciento, pero bueno, ya a un 50 o un 60 por ciento representa algo de economía para Valle de Bravo”, manifestó el capitán.
Al citar que el turismo en Valle de Bravo opera actualmente a un 20 por ciento, el empresario ejemplificó el poco caminar de gente que se ve en las calles y que proviene de otros municipios o estados.
En tanto, los prestadores de servicios coinciden en que la situación por la falta de turistas es bastante complicada.
“Ves muy poca gente, parece un día entre semana, cuesta mucho trabajo a los lancheros, a la gente que depende del turismo salir más o menos al día”, apuntó la señorita Graciela, empleada de una tortería ubicada en el centro vallesano.
La señora Hermelinda, quien en el muelle de este Pueblo Mágico vende boletos para viajar una hora o media hora en lancha, manifestó que les está yendo mal porque no tienen turismo y con lo poco que está llegando van solventando sus gastos.
«Antes de la pandemia, estábamos bien, teníamos para comer bien, ahorita la verdad no, apenas la vamos pasando”, dijo.
Hasta ayer domingo, Valle de Bravo registraba un acumulado de 391 vallesanos infectados de COVID-19 y 31 muertos documentados, de acuerdo a informes de la Secretaría de Salud del Estado de México.
Aún con el semáforo epidemiológico en color rojo, los restaurantes en el Estado de México funcionarán de lunes a viernes hasta las 20:00 horas con una afluencia de comensales del 30 por ciento al interior y 40 por ciento al exterior; después de este horario, el servicio solo será para llegar o a domicilio.
Mientras que el sábado y domingo venideros, el servicio de comida será en espacios abiertos como terrazas, pasillos o estacionamientos, por ejemplo, con un aforo de 40 por ciento de personas y en un horario hasta las 20:00 horas.