El obispo de Nezahualcóyotl, Luis Artemio Flores Calzada opinó que con la dimisión del Papa Benedicto XVI nada cambia en la organización de la iglesia católica y pidió a los fieles que se unan en oración por la iglesia que por el momento se ha quedado sin su máximo jerarca.
«Hoy amanecimos con esa noticia de que el papa habrá de renunciar del pontificado a partir del próximo 28 de febrero, situación que causó preocupación, pero a la vez una decisión muy firme del Santo Padre», afirmó.
El prelado rechazó que la renuncia del papa Joseph Ratzinger vaya a provocar crisis en la iglesia católica y que ésta obedezca a situaciones externas como la crisis económica que enfrenta el continente europeo.
Agregó que es tarea de dios definir quién será el nuevo papa y la renuncia de Joseph Ratzinger «es parte del caminar y hay que tomarlo de esta manera, estamos en manos de dios», comentó.
Durante el arranque del programa de desarme voluntario en Nezahualcóyotl, monseñor Luis Artemio Flores bromeó sobre la pregunta de si el nuevo papa pudiera ser mexicano; «Eso habría que preguntárselo a dios».
«Gracias a dios es él quien ha conducido a la iglesia siempre, nosotros solamente hemos sido meros instrumentos», abundó.
Por otro lado, comentó que la iglesia aceptó sumarse al programa de canje de armas dándolo a conocer a la feligresía en las más de 80 parroquias que tiene en Neza, Ixtapapaluca y Los Reyes La Paz.
Ello como parte de una misión urbana denominada «Fe anunciada ciudad humanizada» cuyo propósito es buscar que esta ciudad sea un lugar más habitable para todos los que conviven en ella y que la fe no solamente se quede en algo meramente individual, sino que repercuta en las relaciones humanas.